En 1985, el músico y poeta José María Alonso, sienta las bases de lo que hoy son las Malagueñas de Fiesta. A petición de un grupo de profesores y profesoras de baile, folcloristas y aficionados de nuestro folclore, y concretamente de las malagueñas, según los criterios acordados por éstos, José María Alonso se pone manos a la obra y compone las primeras Malagueñas de Fiesta, dotándolas de un “nuevo aire”, orquestándolas y haciéndolas más bailables.

La Malagueña de Fiesta es una modalidad de cante y baile que procede de las malagueñas clásicas que interpretaban las agrupaciones de Coros y Danzas.

El objetivo de su “creación” o adaptación fue el intento de conseguir que las malagueñas fueran más populares y bailables. Éste es el fin principal del certamen que cada año se celebra, la creación de nuevas composiciones para acompañar al baile.

No tenemos que olvidar que todo comienza con la idea de surtir a las academias y grupos de baile de malagueñas cantadas. Es erróneo pensar que los grupos de baile actuales acompañan a los intérpretes sin más, más bien al revés, aunque a mí me gusta pensar que cada cosa es un complemento de la otra, aunque cada una por separado también pueda contemplarse.